MONEDERO POR ENCARGO

Monedero a ganchillo con monito de whatsapp

Una compañera me preguntó, ¿me harías como monedero el monito de Whatsapp, el que se tapa los ojos?

Sí, claro. Pero era un sí al que di muchas vueltas porque no estaba yo muy segura de cómo hacerlo. Primero pensé que las manos actuasen de cierre, luego me pareció poco práctico, así que decidí que el monito tendría los ojos tapados siempre.

No salió perfecto, ahora le haría las manos un poco más grandes y los agujeritos de la nariz un poco más pequeños pero, para ser un primer modelo no ha quedado mal, ¿no?

IMG_20160604_232302097

SANDALIAS DE ENCAJE

El año pasado por estas fechas, mi profe Eva me dijo: «el año que viene te vas a hacer unas sandalias». Me parecía que eso estaba tan lejos que no me planteé que no, que si quería estrenarlas en verano tenía que empezarlas bastante antes y que además llevan un proceso ciertamente complejo.

Empecé por comprar el hilo, en la Mostra do Encaixe de Camariñas de este año, y al volver a Madrid, había que pensar qué motivo quería hacer. Me encantan los delfines así que, empezamos la búsqueda de alguno que pudiese encajar y adaptarse a mis pies. ¡Gracias Eva por cerrar ese diseño! Eso sí, de lo de rematar hilos, mejor no hablamos 🙂

Aquí tenéis todo el proceso y el resultado final en que unos bonitos delfines navegan agora entre mis pies. ¿Os gustan?

Delfin 1Delfin 2Delfin 3Delfin 4Delfin 5Delfin 6Delfin 7Delfin 8Delfin 9Delfin 10

TU MASCOTA SE CONVIERTE EN MONEDERO

Tu mascota en un monedero a ganchillo

Hace unos días recibí una petición, la amiga de una amiga me escribió por e-mail y me preguntó: «¿tú me harías a mi perrita en monedero?»

Así que le pedí unas fotos y me las envió:

¡Vaya! Peludita… no había hecho monederos peluditos, pero claro, con hilo no se iba a parecer en nada.

Así que todo un reto. Sabía que la lana Visón me serviría perfectamente, había que encontrar un gris para que se pareciese y hacer pruebas a ver qué tal quedaba. Así que, me puse manos a la obra, con un esquema mental que iba cambiando a medida que hacía piezas de la cara. Todo se ordenó en mi cabeza de tal manera que, aquí tenéis el resultado. A su dueña le ha gustado, ¿y ta ti?